Una película que admirarán unos pocos
Como todo film francés, la lentitud es su fuerte, pero poco a poco esa larga espera sugestiva valdrá la pena. Juliette -Kristin Scott Thomas- vive su propia historia de terror. No es solo el dolor propio sino también el de quienes la rodean y el dolor que el pasado no le permite sanar. Ella mató a su propio hijo.
Pero tal como lo supo hacer Truman Capote en “A sangre fría” este film propone humanizar a la asesina y demostrar que la verdad no siempre es la verdad. Y aunque lo fuera, hay un mundo de emociones que de alguna u otra manera siempre influyen.
Philippe Claudel debutó como escritor y guionista con este film que no es el adecuado para aquellos espectadores de llanto fácil… por el contrario insinúa respuestas que solo responden a las preguntas que se harán los espectadores que se interesen en un drama que se mantiene a lo largo de las casi dos horas de metraje, jugando con las palabras y los silencios de los personajes, construidos con variados y abundantes matices.
Hacia el final, una revelación impensada colma el film, neutralizando las pinceladas de misterio y ciertas gotas de sugestión, (que se mantienen durante todo el largometraje). Hace mucho que te quiero termina desembocando en una explicación que termina siendo quizás, alevosamente reiterativa.
martes, 29 de septiembre de 2009
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